miércoles, 27 de junio de 2007

Sueños de Gabaón

En Hebreo, Gabaón significa "ciudad en la colina". El-Jib es la ciudad que actualmente ocupa el lugar de la antigua Gabaón; pertenece al estado de Israel y se sitúa en territorio Palestino. Existen varias referencias bíblicas que señalan que el Gabonita era un pueblo pacífico que siempre supo como evitar los conflictos, librandose varias veces de la destrucción.
Sueños de Gabaón...¿se refiere entonces al barrio de la colina que sueña con la tranquilidad que proporciona una vida sin violencia? Tal vez, en realidad nunca me atreví a preguntar, incluso solo hasta ahora se lo que quiere decir Gabaón.

Virgen en las calles del barrio

Sueños de Gabaón es una organización que ofrece asistencia a los adultos mayores del barrio. Esta asistencia, además de la obvia oportunidad que la organización les brinda para conocer personas con inquietudes similares, está enfocada en la recreación, el deporte, la salud y la alimentación. Por supuesto la religion es parte fundamental de las actividades diarias; el rosario de los miercoles no podía faltar.
A Sueños de Gabaón llegué a través de Bibiana de CORFASO, quien me presentó con Doña Rosa, la coordinadora de la organización, quien a su vez me presentó frente a todo el grupo para que yo mismo les explicara en que consistiría el trabajo.
El trabajo realizado fue el siguiente: Las reuniones del grupo (el cual está dividido en 2 sub-grupos) se realizaban de martes a jueves, entre las 8 y las 10:30 de la mañana; yo llegaba a eso de las 8:30, asistía a la reunión, los acompañaba a hacer deporte y a rezar, y al final les preguntaba si querian llevar cartas para responder... algunos decian si y otros no.
Creo que el exito consistió precisamente en la oportunidad que les brindé para participar cuando quisieran y de una forma comoda para ellos.

Algunas de las voluntarias

Después de varios días de compartir con ellos, la entrega de correspondencia de lado y lado se convirtió en algo tan normal como el ejercicio o el rosario.
En total fueron cerca de 14 personas, todas ellas mujeres por encima de los 50 años, las que se animaron a responder misivas con los más variados problemas, algunos de ellos obviamente muy distantes a su realidad. Creo sin embargo que esta distancia refleja muchos de los problemas que tenemos al intentar comunicarnos hoy en día.
Estos tropiezos en la comunicación también se percibe en la lentitud, y en ocaciones desorden, con el que la "empresa" de correos afrontó su trabajo. Las señoras tardaban a veces una semana para responder una carta y en ocaciones incluso las perdian.
Se recibieron cerca de 180 cartas (más otras 100 sin remitente o sin dirección) de las cuales, hasta la fecha, solo se han respondido 50 aproximadamente.
La esperanza, aunque necesaria, puede demorarse en llegar.

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